Un amanecer precioso, espectacular. El cielo cambia el negro de la noche anterior por un intenso tono rojo anaranjado, que a medida que sale el sol se torna de un amarillo cálido. Según va saliendo el sol puedo apreciar su reflejo en el agua. Es increíble, cuanta soledad... ¡Y que paz! La arena sigue estando fría los rayos del sol no la han calentado lo suficiente. Intento jugar con los dedos de los pies clavandolos en la arena. No me cuesta mucho, porque la arena es tan fina que parece polvo. Ahora que ya empieza a haber mas luz saco un cuaderno con motivos étnicos y un boli azul. Les tengo mucho cariño, no se que haría si se perdiesen... Tantas historias, pensamientos, sentimientos, listas de cosas... No se que seria de mi sin mi cuaderno. Lo abro y apoyo el boli en una pagina en blanco. Las palabras brotas, salen disparas. Mi imaginación y mi capacidad de escribir va mas allá de lo que mi mano puede alcanzar. Me encantaría que todo lo que escribo fuese verdad. Bueno, no todo, evidentemente algunas veces estoy triste y me gusta torturarme. Aun y todo me gustaría poder transmitir, que la gente leyese y se sintiera identificada. Me gustaría ser una de esas escritoras capaz de transmitir un sentimiento a través de palabras, capaz de emocionar, entristecer, enfadarse... Que la gente leyese lo que escribo, que según estén leyendo lo viviesen, viviesen la historia que están leyendo. Que el lector pueda llegar a entender, comprender y compartir mi visión del mundo, de las cosas, de las historias. escribir un libro, un algo ayude a alguien.
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